Terminaron las vacaciones y empieza un nuevo año escolar. Muchos papás no están seguros si es necesario o no mandar colación a los niños y cuando lo hacen, no saben qué incluir en el snack.
Lo que hay que considerar es que las colaciones no reemplazan las comidas y no son necesarias cuando los niños comen cuatro veces al día con intervalos de cuatro horas. Por eso se aconsejan cuando el escolar no toma un desayuno adecuado, en cuyo caso se deben evitar los alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares.
El aporte calórico y el volumen del snack dependen de la edad y estado nutricional del niño, aunque, idealmente, no debe contener más de 150 y 200 calorías. Se deben preferir lácteos descremados –de acuerdo al menor-, frutas naturales, cereales y frutos secos (un producto por vez), evitando las golosinas, bebidas de fantasía y papas fritas, entre otros productos. También es importante educarlos en hábitos de alimentación y vida saludable.
Otra recomendación es planificar semanalmente las colaciones, tratando de variar lo que se envía. Por ejemplo, contar con diversidad de frutas, que al niño le gusten, las que no solo tienen la ventaja de ser bajas en calorías, sino que además aportan vitaminas, minerales y fibras.
Fuente: Clínica Alemana – Temuco