Todos sabemos que un “copetito” en el cuerpo nos pone más contentos, otros más tristes y otros violentos. Ante los efectos del alcohol, la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana hizo un estudio, pero no un estudio cualquiera, no señores, éste era para averiguar como la cerveza incidía en el nivel de excitación en el cerebro de los hombres.
El estudio consistía en un escáner 49 hombres voluntarios que se les rociaba la boca con pequeñas cantidades de diversos licores. Los resultados mostraron que el cerebro liberaba más dopamina después de la cerveza y que los hombres eran más propensos a decir que tenían ganas de tomar una bebida alcohólica.
“Creemos que éste es el primer experimento en seres humanos que demuestra que el gusto de una bebida alcohólica, sin su efecto intoxicante, puede estimular la actividad de la dopamina en los centros de recompensa del cerebro’, explicó el profesor David Kareken, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana”
Claramente la ingesta de un poco de alcohol es suficiente para activar la zona del cerebro relacionada con la recompensa o la gratificación, sin embargo esta situación también puede desatar la necesidad de ingerir mucho más alcohol. Recuerde que beber no es pecado pero abusar de él no es bueno, es mejor unos traguitos acompañado de una buena conversación que terminar a lo “Hangover”