Con un homenaje, Bomberos de la Tercera Compañía de Temuco despidió a su mítico carro amarillo de rescate marca Camiva, modelo VS-R5 año 1985, conocido como RX-3, y al de agua, un Renault Camiva modelo M210 año 1995, conocido como el B-3, para dar paso a dos nuevas y modernas máquinas.
Tanto el director de la Tercera Compañía, Boris Camus; como el capitán Gerardo Ulloa; y el vicesuperintendente de la institución, Mario Seguel, reconocieron el aporte de numerosos bomberos que trabajaron tenazmente durante siete años para que lo que parecía un sueño se convirtiera en una agradable realidad, contando desde ahora Temuco y La Araucanía con carros de última generación, de los mismos que hoy en día se utilizan en los países europeos.
Un momento especialmente emotivo se vivió cuando cada una de las máquinas salientes, a través de un video, «relataron su historia» en primera persona, donde se les dio voz humana y se contaron algunos pasajes memorables de sus más grandes gestas, como aquella ocurrida el 21 de enero de 1987 en la Ruta Cinco Sur, sector La Cantera de Lautaro, donde la más grande tragedia carretera de la historia de Chile, le arrebató la vida a 44 compatriotas y que ocurrió precisamente cuando hacía muy poco tiempo que la unidad RX-3, el «Carro Amarillo», había entrado en servicio.
Para qué hablar de los numerosos incendios y fuegos en pastizales que combatió durante sus 20 años el B-3, máquina de agua que tiene el honor de poseer la mayor cantidad de emergencias atendidas en La Araucanía y también se ubica entre las primeras del sur de Chile en estadísticas de atención de siniestros.
Con antorchas, los voluntarios escoltaron a estos dos carros desde la salida del cuartel de la Bomba Germania, en avenida Prieto Norte, despidiéndose con el ulular de sirenas y tras ello, hicieron su aparición las dos nuevas máquinas, ambas de chasis Mercedes Benz y equipamiento Rosenbauer, una que cumplirá labores de control de incendios y la otra desarrollará la especialidad de rescate técnico pesado.
Tal como se estila en la tradición bomberil, las nuevas máquinas, que tuvieron un costo total de $792 millones, pasaron por una cortina de agua brindada primero por la escala mecánica de la Primera Compañía y luego por las dos reliquias de la Tercera, una bomba palanca y otra a vapor, que también lanzaron sus chorros de agua en señal de bienvenida.
Claudio Magofke, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Temuco y voluntario tercerino, explicó que uno es un carro de rescate técnico pesado, «que sirve para rescates más atípicos, de gran envergadura, como los que se producen en las carreteras, para trabajar en emergencias por ejemplo con camiones y que cuentan con tecnología que permitirá proyectar estas máquinas tranquilamente durante 20 años, además de poseer un estanque de dos mil litros de agua. El otro carro, el de incendios, posee cuatro mil litros de agua, lo que significa una gran autonomía mientras llega un segundo carro a alimentarlo durante un incendio. Lo importante es la última tecnología que existe en el mundo y que va en beneficio directo de la comunidad».