Cuando escuchamos el término “Biomimética” muchas veces no entendemos muy
bien en qué consiste, ya que es un concepto bastante desconocido para todos,
sin embargo, ha estado presente desde los inicios de la humanidad, demostrando
que la naturaleza es la mejor fuente de inspiración.
Pero ¿qué es la Biomimética? en palabras sencillas es la ciencia que estudia las
características de los seres vivos para luego imitarlos, creando así nuevos
productos que ayuden al progreso de la sociedad.
Cuando hablamos de Biomimética (bio, que significa vida y mímesis, imitación)
estamos pensando en algo que ya ha sido desarrollado por la naturaleza, por lo
que sólo basta observar los procesos para implementarlos de la manera más
adecuada a través de investigaciones científicas; buscando conseguir beneficios
que mejoren la calidad de vida.
Nuestro planeta ha venido evolucionando desde hace millones de años,
adaptándose a las diversas condiciones climáticas y creando a su vez
mecanismos que le han permitido la supervivencia, de los cuales el hombre ha
podido retroalimentarse.
Gracias a la observación del medio ambiente se han producido diversas
soluciones concretas frente a problemas cotidianos, las que probablemente
hubiesen sido menos al no tener como fuente de inspiración a la naturaleza.
La destacada científica e impulsora de esta nueva ciencia, Dra. Janine Benyus,
presidenta del Instituto de Biomimética (EE.UU) y experta internacional, asegura
que “el 80 por ciento de las soluciones que buscamos están en el mundo natural” ideas que resuelven una problemática y que han sobrevivido a cientos
de millones de años.
Orígenes de la Biomimética
Esta ciencia siempre ha estado presente, sólo basta observar un poco a nuestro
alrededor y nos daremos cuenta de todas sus influencias. Sin embargo, sus orígenes
se pueden apreciar más visiblemente en la época de Leonardo da Vinci, quien
inspiraba muchos de sus innovadores dibujos en animales, por ejemplo; las alas de
los pájaros diseñadas para que los seres humanos pudieran volar.
En el ámbito académico, se empezó a investigar en la década de 1950 gracias al
científico americano Otto Schmitt. Él utilizó este término (Biomimética) como
parte de su doctorado, en el que diseñó un circuito eléctrico conocido como el
“disparador Schmitt”, que utiliza la retroalimentación para convertir una señal
eléctrica analógica de entrada en una señal de salida digital, inspirado en la forma
en la que los impulsos neurales se desplazan a través de los nervios del calamar.
Una de las demostraciones más conocidas es la del ingeniero eléctrico suizo George
de Mestral, quien en el año 1941 salió a pasear con su perro y vio cómo su
mascota quedaba llena de cardos alpinos, los que se adherían de forma
mágica. El científico observó curioso el fenómeno, examinó uno de los frutos con el
microscopio y descubrió que su capacidad de agarre era sencillamente el resultado
de unos ganchos diminutos, gracias a este descubrimiento inventó un cierre único
para telas, actualmente conocido como velcro.
Soluciones Inspiradas en la Naturaleza
En el año 2010 la empresa Shanghai Automotive Industry Corp., presentó al
mundo un auto eléctrico, el cual se transformó en el primero en crear más
energía de la que consume. El auto nombrado Ye Zi (hoja) es capaz de recolectar la energía del viento por medio de generadores en sus ruedas y la del sol
mediante sus paneles en el techo, realizando el mismo proceso que las plantas
que producen su energía a partir de la luz del sol.
Tren bala
Japón es uno de los países más avanzados en lo que se refiere a tecnologías, por
lo mismo, desarrolló como medio de transporte muchos trenes bala rápidos, pero
estos eran tan rápidos que el aire acumulado en la parte delantera del tren
ocasionaba mucho ruido, el que perturbaba la vida diaria de las personas.
Entonces, un ingeniero observó un martín pescador entrando al agua de clavado y
se preguntó si podría modelar la parte delantera del tren bala inspirándose en el
largo y estrecho pico del pájaro; al examinar el nuevo diseño, comprobaron que
ya no emitía ningún ruido y que además se ahorraba electricidad por ser tan
aerodinámico.
Biomimética en Chile
Como país, aún no contamos con ejemplos claros de la Biomimética, pero sí
encontramos mucho interés entre los investigadores y científicos chilenos en
abordar esta área, quienes ven con buenos ojos el poder desarrollar este tipo de
investigación, así también, como una solución para diferentes tipos de problemas
que tiene nuestro país, utilizando nuevas tecnologías inspiradas nada más ni nada
menos que en la naturaleza, y una tan amplia y diversa como con la que cuenta
Chile.
Tal es el caso de Bruno Grossi, Doctor en Ecología y Biología Evolutiva, y uno de
los pocos especialistas del área en el país. Grossi, quien ostenta el Ig. Nobel de
Biología 2015 –más conocido como el Anti Nobel- por su investigación “Los
Pollosaurios”, la cual se trataba de pollos comunes y corrientes a los que les
adosó una cola artificial para revelar cómo caminan realmente los dinosaurios.
Este premio es otorgado por la Universidad de Harvard, Estados Unidos, y es
entregado a las investigaciones más interesantes, entretenidas y curiosas que
“"primero hacen reír a la gente, y luego le hacen pensar”.
Hoy en día, Grossi se encuentra indagando sobre la velocidad de los terópodos,
ya que no se tiene certeza de cual podría haber sido la máxima velocidad
alcanzada por este tipo de tiranosaurio y/o velocirraptor; así mismo, pretende
analizar la relación que existe entre esta velocidad y el movimiento de la cabeza
–cabeceo- presente en palomas y pollos, ya que no hay estudios que demuestren
si los dinosaurios poseían o no este vaivén.
Otras de las aristas e intereses de esta Biomimética es la de ver con mayor
frecuencia como se proyectan edificios con materiales que simulan el
comportamiento de la naturaleza y como estas se acoplan al entorno donde se
construyen, tal cual como lo haría un organismo vivo.
Pensar en una arquitectura con un diseño más sostenible y como una alternativa
que permita construir edificaciones más eficientes, amigables y mucho más
responsable con el medio ambiente, a través de la imitación de los insectos, es
posible gracias al desarrollo y elaboración de ideas que se sostengan en base a
esta Biomimética, por ejemplo, la imitación de los sistemas de ventilación de los
termiteros en edificios modernos, o el uso de paneles solares que se desplieguen
y simulen la cola de un pavo real, superficies basadas en las duras tenazas del
camarón mantis, entre otros.
Sí bien nos encontramos en pañales en cuanto al desarrollo de la Biomimética,
esto no se debe a falta de ideas o interés, sino más bien a la falta de un lugar
físico, un centro especializado en el área que se concentre en un cien por ciento
en poder desarrollar no nuevas ideas, sino que observe a su alrededor y vea como
la naturaleza ha evolucionado a lo largo de los años, logrando solucionar varios
problemas de manera eficiente, de ese modo, se aplicarían soluciones a las
nuevas tecnologías que se buscan crear.
La Biomimética va mas allá de un producto en particular, de complejos procesos
científicos, es simplemente una fuente de conocimiento que nos sirve para
aprender y poder seguir desarrollándonos como sociedad. Una ciencia que tiene
mucho por enseñarnos y que ha llegado a nuestro país para quedarse y
transformarse en la fuente de inspiración de científicos y científicas,
académicos, profesiones, escolares, para todo quien quiera hacer volar su
imaginación y contagiarse con ese bichito de la curiosidad.
El PAR Explora Araucanía, desarrollará diversas iniciativas en relación al tema del
año: “Biomimética: Soluciones inspiradas en la naturaleza”, la invitación es a ser
partícipes de las actividades, las que nos harán descubrir un universo de ideas y
es que sólo basta observar por unos instantes a nuestro alrededor, para
sorprendernos con las maravillas que esconde la naturaleza.
Para dar inicio a las actividades del 2016, el Proyecto Asociativo Regional Explora
de CONICYT, ejecutado por la Universidad de La Frontera, realizará eventos
científicos en tres comunas; el lanzamiento oficial en Carahue y Temuco será el
lunes 9 de mayo, en tanto en Angol se efectuará el 10 de mayo.
El triple lanzamiento contará con la presencia del destacado Dr. Bruno Grossi,
quien a través de la charla, Dinosaurios, “Robot y Biomimética”, nos interiorizará
un poco más sobre esta interesante disciplina.